Ya no nos sorprende el uso partidista que desde los distintos medios de comunicación se hace, siendo éstos utilizados como transmisores de la única información que el gobierno de turno pretende hacer llegar a los cada vez más desconfiados ciudadanos.
Es ésta una práctica habitual en algunos gobiernos, pero algo denunciable por los que pensamos que la única manera de llegar al ciudadano es con la verdad por delante, con información objetiva y con la coherencia que debe mediar en ello.
Por qué entonces es cada día más lamentable adentrarse en los medios de comunicación municipales, llenos de información, sí, pero sesgada muchas veces hasta el límite de la tergiversación. El Gobierno municipal no predica con el ejemplo, lo que antes condenaba es ahora su ejercicio habitual, y desde Pintosocialista queremos manifestar nuestra desaprobación por el uso partidista que se hace tanto de la página web como de la revista municipal.
Consideramos que no sólo no informa sobre asuntos de gran relevancia municipal, sino que falsea otros. Un ejemplo es la desinformación sobre el problema originado en el servicio de ayuda a domicilio, sumiendo en una inquietud insultante durante varias semanas a los destinatarios del mismo. O la condena por agresión de menores al concejal del gobierno Reyes Maestre, la cual no mentan a pesar de su importancia y en cambio propagan a los cuatro vientos la imputación de dos concejalas de la oposición (ambos hechos han sido denunciados por Pintosocialista en igualdad de condiciones). O la falsedad sobre el cese de una concejala en la propia revista municipal, la cual, según fuentes municipales, ejerció su derecho de rectificación y ni siquiera la contestaron. O la tergiversación en torno a la verdadera situación económica de Aserpinto, algo que no podrá ocultarse durante mucho más tiempo.
Estos hechos convierten la realidad en una ficción de la cual sólo ellos son los protagonistas. Pero deben darse cuenta que la realidad está ahí, por más que la escondan o la adulteren, y que el ciudadano de a pie la vive tal y como es. Por lo tanto la información/desinformación se torna inevitablemente, y por desgracia, en desconfianza.
No basta con tener una situación de gobierno legal, es preciso legitimarlo, y ello sólo se consigue con sinceridad, con cercanía, y sin miedo a las críticas, pues éstas son necesarias para superarse y para alcanzar el objetivo del interés general.